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Los lácteos ¿buenos o malos?

galactosa azucar lácteos

¿Quieres saber si debes comer lácteos? ¿Si es bueno o malo incluirlos en tu alimentación?

Hay un tema que es recurrente en todas las sesiones que tengo con clientas y este es el tema de los lácteos. 

Desde los años setenta la industria de los lácteos ha estado experimentando pérdidas importantes, a un ritmo lento pero estable y constante, en definitiva, hemos dejado de consumir tantos lácteos. 

Probablemente si miras a tu alrededor en tus círculos cercanos verás que la gente sigue consumiendo lácteos pero…si te paras a analizar en detalle, o al menos a mí me pasa, mis amigos y pareja no consumen muchos lácteos a diario en casa.  

Ha aumentado el dominio de las bebidas vegetales, seguido, en menor medida de los yogures vegetales y los sustitutos veganos a los quesos de origen animal. 

Para poder contestar la pregunta del título del post de si son buenos, malos o ninguno de los dos primero debo explicar varios puntos y al final serás tú misma la que decida. 

¿Necesitamos los lácteos en nuestra alimentación? 

NO 

En realidad, no necesitamos ningún alimento específico, lo que SÍ necesitamos son nutrientes y de ellos no podemos prescindir. Para obtener dichos nutrientes existe una amplia gama de alimentos que los contienen. Así, nuestras elecciones pueden ser variadas. 

¿Cuál es el problema con los lácteos? 

 

 

Habrá gente a que los lácteos no les cause malestar y otras personas que sean completamente intolerantes. 

En general, los lácteos suelen causar hinchazón, además aquellos provenientes de granjas industriales están llenos de antibióticos y químicos.

Los lácteos pueden comprometer tu salud si son consumidos en exceso.

Te cuento varias cositas: 

  • Lactosa en los productos lácteos. 

Al menos un 60% de la población mundial es intolerante (aunque sea un poco) a la lactosa. 

El mayor problema de los lácteos está, sobre todo, en la leche. 

Para poder digerir la lactosa necesitamos producir lactasa, una enzima que digiere la lactosa (el azúcar de la leche). Normalmente dejamos de producirla después de los 2 años de edad, época de nuestro destete de leche materna. 

Si nuestro cuerpo no produce suficiente lactasa, la lactosa de la leche no la vamos a digerir bien, y esto nos va a causar muchas molestias intestinales como hinchazón y gases como resultado de la fermentación en el sistema digestivo. 

Sin embargo, nos cuesta mucho dejarla, y entonces, compramos leche sin lactosa, descremada, desnatada… un líquido blanco que ha sufrido un proceso de refinado y que dista mucho del alimento original que nos da la vaca y que comían nuestros abuelos.

De hecho, la leche baja en grasa, tiene más contenido de azúcar y eso hace que aumente nuestro apetito y tengamos más probabilidades de engordar. 

Las técnicas de pasteurización, degradan y destruyen gran parte de los nutrientes contenidos en la leche, con lo que ésta carece de gran parte de las vitaminas y minerales propias del alimento, además de las enzimas digestivas, sustancias que nos ayudan a digerir los alimentos para facilitar nuestra propia digestión y la salud de nuestro sistema digestivo. 

La leche también contiene caseína, esta proteína se adhiere a los folículos linfáticos del intestino, impidiendo la absorción de otros nutrientes y generando muchos problemas intestinales. 

Pero además, la caseína es adictiva, durante la digestión de esta proteína, se libera una sustancia denominada casomorfina, de efecto opioide, que produce adicción. 

La presencia de caseína en leche es muy baja, pero cuando producimos queso, la concentración de caseína es 10 veces más de la que podemos encontrar en la leche de vaca, así que el efecto adictivo de este opioide es mucho mayor, y por eso, es más difícil dejar el queso que la leche. 

 

  • Le agregan sustancias tóxicas

 Hoy en día a la mayoría de las vacas les inyectan una gran cantidad de antibióticos, hormonas sexuales, proteínas alergénicas y factores de crecimiento como el IGF-1 (factor de crecimiento similar a la insulina) que promueve el desarrollo de cáncer. 

Estas sustancias también las consumimos nosotros al tomar leche y pueden generar resistencia a antibióticos cuando necesitemos tomarlos. Estos antibióticos llegan a matar parte de nuestra flora intestinal, nuestro sistema inmunológico queda desprotegido, y por ende, cada vez desarrollamos más enfermedades como congestión, sinusitis, alergias , eczemas, infecciones de oído, etc. 

Cuando se debilita la flora intestinal, también se favorece el desarrollo de hongos dentro de nuestro cuerpo. Por ejemplo, la cándida, es un hongo que se alimenta principalmente de azúcar y tiene como consecuencia enfermedades de la piel (acné, psoriasis, eczema). 

Posibles riesgos del consumo de lácteos:

          Acné y problemas en la piel

          Intolerancia a la lactosa, diarrea y flatulencias

          Asociado al cáncer de próstata

          Ingesta de Hormonas sintéticas y antibióticos

          Mucosa y problemas respiratorios

leche soja mala

Beneficios de los lácteos

 

Analizando los lácteos aisladamente, es decir, analizando su contenido en nutrientes y no comparándolo con otros alimentos y con los posibles beneficios y/o consecuencias de la ingesta de los mismos a largo plazo obtenemos que los lácteos contienen muchos nutrientes: “La leche, el yogur, el queso y el resto de productos lácteos son naturalmente ricos en muchos nutrientes esenciales, como proteínas de alta calidad, calcio, fósforo, potasio, yodo y vitaminas del grupo B (en particular B2 y B12) y, además, contienen cantidades más pequeñas de vitamina A, niacina, ácido fólico, vitamina B6, vitamina D, magnesio, selenio y zinc”.

https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2018/10/28/articulo/1540760064_295421.html

Los lácteos, consumidos de gran calidad y con moderación tienen beneficios:

– Reducen el riesgo de presión arterial alta

-Ayuda en la protección de los huesos

– Combate algunos tipos de cáncer, como el de colón, si es consumido en moderación

– El calcio ayuda a regular el PH de la sangre

Bajos niveles de calcio pueden provocar que la hormona tiroidea se ralentice, ralentizando así el metabolismo y la capacidad del cuerpo para quemar grasa. 

lacteos

Cómo elegir buenos lácteos

 

Los lácteos como los quesos suelen ser muy altos en sal por lo que no deben ser un plato principal ni debemos incluirlo en todas las comidas. Más bien debe ser un alimento esporádico en la semana. 

Además, si no sabemos escoger buenos lácteos es probable que, sin saberlo, estemos consumiendo productos extremadamente azucarados. 

“Los más insanos serían muchos de los helados que vemos. Llevan cantidades ingentes de azúcar y grasas de mala calidad. Luego irían los llamados postres lácteos, que es donde están las natillas o copas de chocolate y nata; lo mismo: llevan azúcar y grasas añadidas de mala calidad. Y luego, ya bajando un poco, tenemos el típico yogur desnatado con edulcorante, que es todo light, que parece que es agua, pero no sería lo más recomendable, porque sigue con un sabor muy dulce, que nos acostumbra a un falso sabor dulce”, concluye Lucía Martínez.(Extraído del artículo del comidista) 

 

En un yogur: 

yogur lacteo

Los lácteos fermentados -como el yogur, el kéfir y el queso- suelen sentar mejor que la leche, por lo general, ya que contienen menos lactosa, pero el tipo de proteína láctea, en realidad, es la misma. Aún así, los fermentados aportan muchos beneficios (alimentan a nuestras bacterias intestinales y éstas, a cambio, sintetizan hormonas y vitaminas en el organismo, además de mejorar el sistema inmunitario). Y es que, un yogur, es un producto lácteo obtenido de la fermentación de dos bacterias beneficiosas para la salud: lactobacillus bulgaricus y streptococcus thermophilus. Si, además, se le añade alguna otra bacteria adicional distina, como las bifidobacterias, el producto ya no se puede llamar yogur, sino leche fermentada con bífidus.

Extraído de https://www.hola.com/cocina/noticiaslibros/20200204158520/elegir-buenos-lacteos-calidad-dieta-saludable/

Para elegir un buen yogur o kéfir: 

1 o dos ingredientes máximo: leche entera de vaca, cabra u oveja, fermentos lácticos. 

¿Qué alternativas veganas existen?

lacteo vegano
  • Yogures vegetales: 

Soja (importante que sea ecológica y de buena calidad). Muchos yogures del supermercado tiene azúcares añadidos y aditivos con lo que resultan muy poco naturales. También encuentras de coco, arroz o almendras. Elijas el que elijas fíjate que lleve 95 o 99% de la soja, coco o almendra y no más de 5g de azúcar. 

Deja a un lado los yogures de sabores. Mejor que tú en casa le añadas fruta o cereales si es lo que quieres.

  • Quesos veganos 

Están hechos a base de frutos secos y con un proceso de fermentación. Tienen una textura similar pero el sabor es diferente al de un lácteo. Sin embargo, a mi personalmente me gustan. 

Existen quesos cremosos de untar veganos. Se utilizan aceites 100% vegetales (coco, nabina), semillas y frutos secos. 

Puedes encontrar mantequillas y margarinas veganas. Hay una mantequilla vegana, te dejo el link aquí, que probé, un poco por equivocación porque nunca he sido de mucha mantequilla, pero debo decirte que sabe exactamente IGUAL que la de origen animal.  

En ambos casos, son alimentos grasos que debemos consumir con moderación. 

Los de origen animal contienen grasas saturadas así que aunque la etiqueta sea bastante limpia, los limitaremos a la semana a un máximo de 3 veces y en cantidades comedidas. 

Los sustitutos veganos a los lácteos también se componen de grasas, grasas saludables (monoinsaturadas y poliinsaturadas) como los frutos secos, semillas y aceites vegetales, que, aunque más saludables que las saturadas, también debemos consumir con moderación. 

No porque debamos tener miedo a las grasas sino porque cualquier macronutriente (carbohidrato, proteína y grasa) deben tener unos ratios adecuados en nuestra alimentación para que no aparezca desequilibrios indeseados. 

Ahora creo que entiendes que no es tan fácil contestar la pregunta de si los lácteos son buenos y malos, tienes opciones a favor y opciones en contra así que tú misma elije. 

Como decía Aristóteles en el medio está la virtud. 

Equilibrio siempre, los extremos no son buenos. 

Déjame un comentario y dime si te ha ayudado a aclarar ideas respecto a los lácteos. 

Un abrazo, 

Bea. 

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